¿Te vendiste, o me vendaste?

No entiendo… Recuerdo al inicio de todo, Y, es decir… ¡No estoy loca! Podría jurar que te gustaban mis besos y mis caricias, y mi manera de expresarme en todo tu cuerpo. Recuerdo que te saboreé del todo y recuerdo que te hice reír hasta más no poder. Entonces... Cómo me dices ahora que te parece extraño el hecho de que, no lo sé, lama tus dedos, por ejemplo...(?). O que no te gusta cuando te acaricio los labios con mi lengua, o siquiera esos besos en el cuello. ¿Cómo me dices a éstas alturas que los besos en el pecho te parecen extraños cuando un día me dijiste que te encendía? Entonces, dígame usted, señor que no conozco, ¿Qué lo enciende? Porque ya empiezo a pensar que soy totalmente yo el problema. O la idea de mí que ya se desvaneció de usted o algo por el estilo. Porque claro que podría pasar… Ya sabe, el hecho de que, de pronto, yo le dejase de gustar. Es decir, ¿Qué le gusta de mí entonces si no es mi manera de amarle? Entonces... Al incio de todo, cariño… ¿Te vendiste, o me vendaste?

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