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Mostrando entradas de diciembre, 2018

No puedo volver a casa.

Estamos frente a un problema, pero no sé a qué clase de problema… Estamos cada quien en su esquina y mientras espero que digas algo ante mi reclamo, lo que te sale decir es que no sabes qué decir. Te disculpas conmigo pero no sabes qué hacer. Me dices que me amas pero me dices que no sabes qué hay acá... Pues te digo lo que hay, amor… Una gran brecha abriéndose camino entre mis ganas de amarte y tu manía de no aceptar las mías. ¿Te consideras muy normal entonces? Porque no lo eres, en lo absoluto. Eres un "no quiero nada que pueda sobrar" y yo soy tan "que sobre todo, mientras más, mejor" Hacen falta palabras, amor, en exceso. ¿Cómo me quieres explicar eso de que si una relación falla es por falta de comunicación si tú no sabes siquiera lo que es eso? Tú no te comunicas, tú mandas tus peticiones u opiniones en clave morse. Mientras menos digas, para ti es mejor. Pero cómo puedes expresarte sin explicarte? Y cómo puedes explicarte y asumir que todo el mundo te entien

No sé lo que hago.

Realmente estos últimos meses han estado pasando sin que lo note, y eso me ha llegado a asustar un cojon y medio. ¿Desde cuándo dejo pasar tanto tiempo sin sentarme a analizar lo que siento y plasmarlo a letras? No entiendo nada de lo que sucede ahora mismo... Estoy a 3 días de distancia -en bus- de mi hogar. Y no hay vuelta atrás, ¿Saben? Las razones, pues: 1ero. No tengo dinero para regresarme. 2do. Aunque tuviese el dinero… no tengo ningún futuro allá más que el de volver a depender de mis padres. Que, claro, es lo único que me hace falta acá . Mis padres, mi familia. Y claro, esa comodidad de individualidad. Porque, vamos, aunque todo sea súper guay (el hecho de vivir con tu pareja, la cual quieres mucho) pues uno siempre necesita su espacio, ¿saben? En estos momentos, por ejemplo, mi novio está a mi lado… Pero claro, dormido. Porque ni en pedo podría escribir así con él leyendo todo lo que pienso. Porque… No lo sé. Es decir, no tengo rollo con que lea esto después que

¿Te vendiste, o me vendaste?

No entiendo… Recuerdo al inicio de todo, Y, es decir… ¡No estoy loca! Podría jurar que te gustaban mis besos y mis caricias, y mi manera de expresarme en todo tu cuerpo. Recuerdo que te saboreé del todo y recuerdo que te hice reír hasta más no poder. Entonces... Cómo me dices ahora que te parece extraño el hecho de que, no lo sé, lama tus dedos, por ejemplo...(?). O que no te gusta cuando te acaricio los labios con mi lengua, o siquiera esos besos en el cuello. ¿Cómo me dices a éstas alturas que los besos en el pecho te parecen extraños cuando un día me dijiste que te encendía? Entonces, dígame usted, señor que no conozco, ¿Qué lo enciende? Porque ya empiezo a pensar que soy totalmente yo el problema. O la idea de mí que ya se desvaneció de usted o algo por el estilo. Porque claro que podría pasar… Ya sabe, el hecho de que, de pronto, yo le dejase de gustar. Es decir, ¿Qué le gusta de mí entonces si no es mi manera de amarle? Entonces... Al incio de todo, cariño… ¿Te vendiste, o me ven