La niña camina sin dignidad y no aprende.

Creí haber hecho las cosas bien, pero que fastidio mirar atrás y notar que vivo en esas.

"Ésta vez sí, ésta vez sí, ésta vez sí, ésta vez sí, 
ésta vez..."

No sé apreciar lo que tengo, nunca, nunca he sabido caminar sintiendo el suelo, observando, cuidando  un paso tras otro, no... Usualmente voy corriendo, o saltando, y cayendo, y escupiendo en la herida, y huyendo, y sangrando, y sangrando, y...
 sangrando desde dentro todo lo que busqué de una u otra manera, lo que acepté de una u otra manera, lo que dejé que colisionara de una u otra manera, lo que ocasiono, lo que sueño.

Maldita sea, sangro lo que sueño y lo que grito, y me temo, y luego lo veo suceder y no me muevo, y no me muevo, y... Maldita sea, mis piernas me duelen, la sangre que veo correr me duele.
¡Maldita sea! Vivo inmóvil al borde del abismo, en el risco respiro el vacío que hay frente a mí, y no miro hacia los lados, y no construyo un puente, y no nada, sólo respiro lo que se avecina y allá voy...
cayendo
sangrando
cayendo
sangrando desde dentro
gritando
lo que ya sabía
que iba a suceder.

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